Deportivo Municipal derrotó 4 a 2 a Universitario de Deportes en su propio Estadio Monumental.
Sinceramente, nadie esperaba un resultado así. El 19 de mayo, Deportivo Municipal se enfrentaba a Universitario de Deportes, con la intención de remontar en la tabla y darle un respiro al plantel. En su intento, la visita destruyó sus esperanzas y fue quien remontó un partido, de inicio, ajustado. Mostrando su mejor fútbol, con alineaciones ordenadas y una ofensiva determinante, Deportivo Municipal ganó en Ate por 4 a 2 y se ubicó como uno de los mejores del fútbol peruano.
Es cierto que en casa todo es más cómodo, más sencillo, más emotivo; pero, ¿qué pasa cuando no tienes una casa propia? ¿Qué pasa cuando a lo largo de un torneo de primera división, tienes que jugar como nómada pateando la pelota? Pues, para quien usa los colores de la bandera peruana en su camiseta, no se espera menos que haga suyo cualquier campo. Deportivo Municipal hace suya cualquier casa, cualquier comuna y ahora, cualquier monumento.
Deportivo Municipal llegaba de dos empates y dos victorias. Anímicamente mejor, futbolísticamente superior. Por su lado, con una racha de cuatro partidos sin ganar y una vergonzosa goleada en casa, para Universitario, y, en especial para Nicolás Córdova, la fecha 14 del Torneo Apertura era como jugar la final de la Liga 1. Pero, en el fútbol las estadísticas no son determinantes y la localidad no siempre es tu amiga. Deportivo Municipal lo sabía.
El estadio Monumental, en Ate, es el lugar perfecto para un partido decisivo. Aunque todos se quejan de la lejanía del recinto, un fiel ‘crema’ no puede resistirse de acudir al llamado de un club que necesita hasta el su último aliento. El plus, el aniversario del gran Teodoro Fernández. La marca de camisetas hasta había sacado una nueva en homenaje al ídolo merengue. Ahora, Universitario vestía de negro y esperaba un resultado dorado, como en tiempos del gran ‘Lolo’.
Antes, había escuchado al ‘Chino’ Rivera decir “iremos con todos”. Pensé que también se refería a que irían con la franja y que serían medios locales. Uno de los equipos más queridos de Lima merece tener a su fanaticada detrás. Total, van hasta Huacho, ¿Por qué no llegar a Ate? Así que cuando llegué al último óvalo y caminé las últimas cuadras que te lleva hasta oriente, me sorprendió no ver más ‘rojo y blanco’ alentando. Quizá esta vez se había terminado la fe.
Le pregunté a unos enfranjados, ¿cuánto queda el partido? Y aunque favorecieron a su club, no se les veía muy convencidos. En la otra esquina, los hinchas cremas estaban seguros de la victoria. Debían ganar, por el ‘Lolo’ aunque sea. A ambos se les veía nerviosos, pero la localía comienza a pesar cuando tu tribuna no deja de alentar. Unas 7000 personas asistieron, pero ‘La Academia’ no pudo llenar ni una fila en las trincheras y uno suponía que la casa se impondría.
Universitario arrancó con todo, pero Municipal no se quedó atrás. Un autogol de Eduardo Caballero al minuto 19, pondría a los ‘cremas’ en temprana ventaja. El norte comenzaba su fiesta y al otro lado, la docena de enfranjados, seguían sentados. Se jugaban los minutos adicionales del primer tiempo y un penal en contra hacía tamblar a la visita. German Denis se perdió el 2 a 0 a favor y los fantasmas ‘cremas’ se fueron cabizbajos al descanso. La historia cambiaría en los camerinos.
El segundo tiempo fue de Municipal. El chip cambió y se creyeron que le podían ganar al equipo, cuyo mejor recuerdo es ser el más campeón. Una excelente actuación del guardameta había asegurado mantener la esperanza de una posible remontada. Diez minutos y dos goles. Daniel Cabrera y Ronaldo Huari pusieron al ‘Chino’ más chino y cuando ya parecía que los ‘ediles’ manejaban el encuentro, el capitán Aldo Corzo puso empate al minuto 72.
Ningún miedo se asomó. Carlos Uribe pondría el tercero y aunque Universitario intentó, no pudo superar la amurallada defensa de ‘La Academia’. Pier Llarrauri en el tercer minuto del adicional sentenciaría el cuarto monumental. Ahora sí, el Monumental dejo ser crema y apenas con unos cuantos fue un enfranjado. Le faltan pocas fechas, pero la ilusión nunca termina, y como decimos siempre ‘Echa Muni’.