En entrevista exclusiva para Enfranjados, el joven Steven Rivadeneyra, nos habla un poco sobre su carrera profesional y sus planes a futuro.
Steven Aldair Rivadeneyra del Villar, empezó desde temprana edad jugando en el Esther Grande de Bentín del Rímac. En el 2012 su vida dio un vuelco, pues no solo fue llamado para un equipo de talla profesional, sino que además se mudó a una provincia norteña. Ahora con 24 años, Steven se siente agradecido y privilegiado de ser el arquero indiscutible de Deportivo Municipal. Esta semana conversó conmigo y me contó un poco más de su trayectoria como guardameta profesional.
En 2012, con tan solo 18 años, llegaste al equipo Juan Aurich, ¿Cómo fue tu experiencia en Chiclayo?
Primero de nerviosismo, también un poco de suspenso porque no sabía si iba a quedarme, era una prueba. Di lo mejor de mí, me quedé y gracias a Dios en este equipo se formó mi carrera profesional.
Lamentablemente perdiste la titularidad en el Juan Aurich, ¿Fue una decisión táctica o fue debido a una lesión? ¿qué pasó?
Fue por decisión del técnico. Recuerdo que yo regresé de la convocatoria de Juan Bengochea y el técnico decide ya no ponerme. Yo respeté su decisión, porque yo no soy de preguntar por qué me ponen y menos por qué no me ponen.
En aquel año, Juan Aurich campeona el Torneo Apertura y queda como subcampeón del Descentralizado. Por su buena actuación, fue adquirido durante dos años, por la Universidad San Martín en 2015; sin embargo, no obtuvo la titularidad en este equipo.
¿Cuáles crees que fueron las causas por las que no pudiste tener continuidad como titular en la San Martín?
Primero porque Ricardo Farro estaba en un buen nivel. Segundo porque trataba de entrenarme, trababa de consolidarme y justo sufrí una lesión. Primero la lesión del quinto y bueno después decidieron no contar conmigo.
En 2017 terminaría su contrato en la Universidad San Martín y pasaría a Alianza Atlético de Sullana. A pesar de jugar varios partidos, en Alianza Atlético no pudo mantener la titularidad y el equipo bajó a segunda división.
¿Qué faltó en el equipo de Alianza Atlético para no bajar a segunda?
Nos faltó de repente, una mano de entrenador que sea constante, porque en el año cambiamos cuatro entrenadores. Entonces fueron distintas ideas que a nosotros nos costaron adaptarnos rápidamente. Los equipos rivales venían y nos pasaban rápidamente, incluso en Sullana, donde hace un calor tremendo y el equipo sacaba ventaja de eso en años anteriores. Así que eso fue básicamente lo que nos costó. También la salida de algunos jugadores. Básicamente no se estaba manejando muy bien el equipo en ese año.
Dentro del plantel ¿Cómo vivieron los jugadores el descenso de Atlético?
El ambiente hasta lo último estuvo bueno. Tampoco puedo decir que estábamos comprometidos o compenetrados todos, pero fue un plantel bueno que me ayudó en mi crecimiento.
Hace poco, el ex entrenador de Alianza Lima, Miguel Russo, se quejó públicamente por las condiciones. Tú has vivido algunos años en el norte, ¿Es posible culpar al clima por los resultados adversos de un equipo?
Afecta el clima, en altura y en el llano, en el norte. Pero el futbolista profesional se adecua, más aún en el Perú que sabemos que es un constante cambio climatológico y vamos a jugar ante esas adversidades. Entonces hoy en día, el jugador profesional se tiene que adecuar. Además, se han sacado buenos resultados allá, no es excusa ahora decir que Alianza perdió en Chiclayo.
Hubo partidos que nosotros hemos ido a jugar en altura y hemos sacado buenos resultados en Cusco, Cajamarca, Ayacucho. Yo creo… que es cuestión de acostumbrarnos y tener esa mentalidad de ir y que no nos afecte nada.
¿Qué tan difícil es para el jugador peruano adaptarse a esos cambios de clima?
Es complicado, porque uno está acostumbrado al clima. Como limeño que soy, estoy acostumbrado al clima frio aquí en Lima y cuando vamos a ciudades como Arequipa o Cusco, se siente la altura más y frio y es complicado adecuarse en solo dos días, porque vamos un día antes del partido. Pero sabemos que es nuestra profesión y tenemos que asumirla con responsabilidad. Pero sí, es complicado.
¿Cómo sobrellevaste la dura y temprana derrota en la Copa Sudamericana?
Muy dura, porque yo pensaba y mis objetivos este año eran seguir en la Copa. Pero sabíamos las circunstancias que teníamos nosotros de acuerdo a cómo estábamos encarando el campeonato. Quizá no veníamos bien establecidos dentro de nuestro estilo de juego como lo estamos haciendo ahora, en estos últimos partidos ya tenemos un estilo de juego bien definido y tenemos mayor confianza. Me afectó bastante pero bueno, fuimos con la consigna de poder sacar un buen resultado, de jugar bien y terminar bien la Copa, pero bueno, no se pudo.
Este año se voceó una posible llegada a Alianza Lima. ¿Hubo contacto con este club?
Sí hubo contacto con Alianza Lima. Tuvimos algunas conversaciones con la gente de Alianza a finales del año pasado, pero decidí quedarme por Municipal.
¿A qué se debió la decisión de quedarte en Deportivo Municipal?
Siempre lo he dicho, por agradecimiento al club. Ellos me contrataron lesionado, yo cuando fui a firmar mi contrato fue en muletas, me dieron la oportunidad de tener la continuidad en un equipo profesional, porque ya había descendido Atlético de Sullana. Aparte yo sabía que tenía una gran competencia, pues Leao Butron estaba en su mejor momento. Aquí (en Deportivo Municipal) ya me había ganado un nombre.
¿Cómo era tu relación con Arévalo Ríos, cuando estaba en el equipo?
Arévalo es mi hermano, hemos tenido una muy buena relación desde que llegó a la concentración cuando estábamos en pre temporada. Yo fui el primero quien lo recibió, así que ahí entablamos una bonita relación.
El primer jugador que saludó y le dio la mano fue a mí y desde ahí comenzamos a tener una bonita relación, nos llevábamos muy bien, conversábamos de todo y hasta nos vacilamos. Aportó mucho al grupo y se le extraña.
¿Cómo se está trabajando para que el arquero peruano tenga la misma categoría de otros arqueros del mundo?
Nosotros tratamos de hacer nuestro trabajo cada semana. El trabajo del club es brindarnos todas las armas para nosotros afrontar los partidos cada semana.
Los encargados de llamar, los profesores deben tener un modelo de juego y de jugadores para llamar a la selección de menores y mayores.
Siempre la dirigencia está apoyando, inclusive fueron a apoyarnos a un partido en Cajabamba. El apoyo que ellos nos brindan es incondicional y de eso se trata, de seguir unidos para lograr un objetivo.
Ahora sobre la selección. ¿Te quita el sueño la selección?
Hablar de selección es uno de los objetivos que tengo como futbolista. Llegar ahí y vestir la camiseta nacional. Sé que tengo que trabajar en ello, porque el llamado aún no se da.
No es que no me deje dormir, trato de estar calmado y hacer mi trabajo. Aún soy joven y seguramente por ahí en algún momento llegará.
No me desespero, tengo que seguir trabajando en el arco, seguir mejorando y estar atento a cualquier cosa.
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